viernes, 12 de diciembre de 2008

Sergio Bizzio (Argentina) / Chicos (fragmento)

"Mientras Rocío se alejaba, a Alvaro se le cruzaron por la cabeza un montón de supersticiones propias del sensible espontáneo: que la gente inteligente es progresista en política, que cualquier persona merece ser escuchada, que en todas partes hay poesía, que en esencia el ser humano es bueno y que los chinos son los mejores acróbatas del mundo, entre otras. Fue como si, para no derrumbarse, repasara o tanteara los cimientos sobre los que creía estar en pie. Y lo hizo tan bien que tuvo una erección"

5 comentarios:

Ricardo Guadalupe dijo...

Es mucha la sensibilidad que tiene este fragmento, el cual nos hace revivir esos momentos en que sentimos perder el eje de gravitación ante el encuentro o desencuentro con algo o alguien que nos remueve de tal modo que sabemos que puede significar para nosotros un punto de inflexión hacia otra órbita desconocida.

En esos momentos, tan inestables y vertiginosos, pero deliciosos al fin y al cabo, uno hace un repaso con urgencia de los principios y creencias que lo conforman como persona, como para asegurarse de que uno sigue ahí y no ha desaparecido. Esta es una práctica muy recomendable, o bien para aceptar mejor el desencuentro o la pérdida, o bien para estar preparado y de forma consciente abrirse y entregarse al cambio al que te expone el inesperado pero apetecible encuentro.

semifusa dijo...

Hola, Ricardo.
Llego a tu casa a través de la de Inga Luv (más maja ella que todas las cosas, ahora que no nos lee, aunque esté pensando en funerales...).
Es curioso. En mayo de este año publiqué en mi anterior blog este mismo fragmento de Sergio Bizzio.
Me ha hecho gracia y alegrado la coincidencia de la elección.
Y, aunque no tiene nada que ver con éste, ni se trata de literatura hispanoamericana, te dejo aquí este otro fragmento, de "Chicas", de Harold Pinter, con el que lo acompañé:

La amo. La amo con toda el alma. Creo que es una mujer maravillosa. La vi sólo una vez. Se dio vuelta y sonrió. Me miró y sonrió. Después paró un taxi de la fila. Le dio instrucciones al conductor, abrió la puerta, entró, cerró la puerta, me echó una última mirada a través de la ventanilla y luego el taxi arrancó y nunca más la vi de nuevo..

Un beso. :)

gemmacan dijo...

"Perder el eje de gravitación" Sé muy bien de lo que hablas, entiendo perfectamente eso que puede significar el punto de inflexión hacia una órbita desconocida, y a pesar del vértigo, lo volvería a vivir una y otra vez, porque te da la vida, lo pasional de la vida...
......................

Siento enormemente que a través de mi blog te lleguen personajes tales como Semifusa. Es el riesgo que hay que correr al visitar a según qué locos de atar. Pero son mis amigos, ya sabes, esos de los que decía Serrat:

"Mis amigos son unos malhechores
convictos de atrapar sueños al vuelo
que aplauden cuando el sol se trepa al cielo
y me abren su Corazón como las flores"

Muchos besos!

Ricardo Guadalupe dijo...

Cuántos regalos! El fragmento de Pinter sobre los flechazos me ha situado en el Metro, en cuyos vagones veo diariamente cruzarse flechas que atraviesan cuerpos que se quedan clavados ante una mirada, un gesto, una cercanía. Ahí se van con sus flechas volviendo al día siguiente dispuestos a ofrecer más piel, como queriendo ser San Sebastián, como mártires del amor, la pasión o lo que sea, y como arqueros al mismo tiempo.
El fragmento de Serrat me habla de otro tipo de flechas, las que te clavan los amigos con sus verdades, esas que nadie más se atreve o sabe decirte, pero que ellos te ofrecen con la generosidad de quien te conoce bien. Por eso, inga, no me extraña que les llames locos, quiénes si no te pueden lanzar por los aires y ayudar con sus flechas a atrapar tus sueños. Son tus compañeros del equipo que formáis como cazasueños. Contratados por y para vosotros mismos.
Bienvenida a esta otra casa de los sueños, semifusa.
Muchos besos a las dos, estáis igual de locas.

semifusa dijo...

Gracias, Ricardo. :)

(¡Pero Inga está más loca que yo, eh! Jaja...).