sábado, 17 de enero de 2009

Eduardo Galeano (Uruguay) / "Los mapas del alma no tienen fronteras"

"Y en guaraní hablan todavía los paraguayos a la hora de la verdad, que es la hora del amor y del humor.
En guaraní, ñeñé significa palabra y también significa alma. Quien miente la palabra traiciona el alma.
Si te doy mi palabra, me doy.

Un siglo después de la guerra del Paraguay, un presidente de Chile dio su palabra, y se dio.
Los aviones escupían bombas sobre el palacio de gobierno, también ametrallado por las tropas de tierra. El había dicho:
–Yo de aquí no salgo vivo.
En la historia latinoamericana, es una frase frecuente. La han pronunciado unos cuantos presidentes que después han salido vivos, para seguir pronunciándola. Pero esa bala no mintió. La bala de Salvador Allende no mintió.
Paradójicamente, una de las principales avenidas de Santiago de Chile se llama, todavía, Once de Setiembre. Y no se llama así por las víctimas de las Torres Gemelas de Nueva York. No. Se llama así en homenaje a los verdugos de la democracia en Chile. Con todo respeto por ese país que amo, me atrevo a preguntar, por puro sentido común: ¿No sería hora de cambiarle el nombre? ¿No sería hora de llamarla Avenida Salvador Allende, en homenaje a la dignidad de la democracia y a la dignidad de la palabra?

Y saltando la cordillera, me pregunto: ¿por qué será que el Che Guevara, el argentino más famoso de todos los tiempos, el más universal de los latinoamericanos, tiene la costumbre de seguir naciendo? Paradójicamente, cuanto más lo manipulan, cuanto más lo traicionan, más nace. El es el más nacedor de todos.
Y me pregunto: ¿No será porque él decía lo que pensaba, y hacía lo que decía? ¿No será que por eso sigue siendo tan extraordinario, en este mundo donde las palabras y los hechos muy rara vez se encuentran, y cuando se encuentran no se saludan, porque no se reconocen?

Los mapas del alma no tienen fronteras, y yo soy patriota de varias patrias"

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Comentario: Este es el fragmento de un discurso que Eduardo Galeano dio hace unos meses, en julio de 2008, al recibir la distinción “Ciudadano Ilustre del Bloque Regional”. Fue en Montevideo, y con la presencia de todos los presidentes de los países integrantes plenos o asociados del Mercosur (también llamado bloque regional), es decir, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Bueno, no todos, curiosamente el único que faltó a la cita fue precisamente el presidente de Uruguay.

Bien, lo que me llamó la atención de este discurso, puede que porque en aquel momento mi trabajo consistía justamente en escribir discursos para un político, fue su enorme valentía. Escuchándolo o leyéndolo se encuentra uno ante sí una radiografía de lo que ha movido y aún hoy a sus 68 años sigue moviendo a Eduardo Galeano.

Eduardo Galeano es un defensor militante de la historia y la identidad de América Latina. Ya sea en novela, ensayo o en cualquier texto suyo, e incluso me atrevería decir que en cualquiera de sus proyectos, tengan o no que ver con publicaciones, hay un espíritu de rebeldía y de permanente búsqueda de la libertad y la justicia. Es un enaltecedor del alma que al darnos su palabra se nos da a sí mismo.

Así es Galeano, alguien que para mí se ha hecho un sitio entre los grandes comunicadores de la historia de la humanidad. De ese modo, desde su verdad, sólo te deja dos opciones: O verlo como una amenaza, o verlo como un mensajero del alma, como un rebelde con causa que te está diciendo que te cambies de sitio la venda, que no la lleves más en los ojos sino en la frente, y que escribas en ella las siguientes palabras: SI LO PIENSAS, HAZLO.

2 comentarios:

Diana H. dijo...

Para bien o para mal, depende cómo se mire, la COHERENCIA es una virtud en la cual fui formada a través del ejemplo permanente de mi padre, lo cual le trajo no pocos pesares en un mundo donde ese valor cotiza tan en baja. Es una pena. Por eso complace tanto ver que hay gente como Galeano que logre con su arte hacer oír su voz en favor de ella, un valor que debiera ser tan inherente a cada ser humano.
Un beso.

Ricardo Guadalupe dijo...

La coherencia debiera estar en el cuaderno de todo maestro en un lugar preferente. Y si ese maestro es tu padre es que ha cumplido bien su función. Enhorabuena.
Un beso