sábado, 10 de enero de 2009

Mario Benedetti (Uruguay) / Táctica y estrategia

"Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos

no haya telón
ni abismos.

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites."

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Comentario: Lo cierto es que no soy un hincha de Mario Benedetti, pero sí está fuera de toda duda su gran capacidad para expresar pensamientos con una claridad que hace posible dar una apariencia sencilla, casi transparente, a sentimientos muy complejos.

En “Táctica y estrategia”, con un lenguaje accesible a más no poder, nos presenta la ceremonia de la seducción, las artes que el enamorado sigue para atraer la atención de su amada, el tradicional rito con el que un hombre busca “construir con palabras un puente indestructible” que le conecte con esa mujer a la que ronda, para “quedarse en su recuerdo”, para conocerse, para querer entenderse y para que llegue ese día en el que ella avance también por el puente y se encuentre con él en pleno centro, sobre el río, y construir así juntos un poderoso y revelador amor en pareja.

Y en eso sí, en eso sí que Benedetti es un maestro incontestable para todos. Y su amor, el que construyó junto a Luz López Alegre, quedará de ejemplo en los manuales inmortales y atemporales del amor. Se identificaron como compañeros de vida y fueron fieles a sí mismos y a lo que les unía por encima de las adversas circunstancias que les salieron al paso. El ritmo vital que compartían, y que les hacía bailar tan compenetrados, superó cosas como la persecución política de Mario y su exilio de Uruguay, donde Luz tuvo que quedarse para cuidar a las madres de ambos, lo cual les supuso estar separados durante nada menos que diez años.

Pero, ¿estaban separados realmente? Los textos que Benedetti escribió durante ese tiempo demuestran que no. De alguna manera se sentían muy cerca, al lado el uno del otro. Una prueba impuesta y no buscada de que aquello que habían construido tenía sólidos pilares, y una prueba de que cuando se crece de ese modo en el amor de pareja los tallos de éste son más largos y fuertes que el espacio o el tiempo.

5 comentarios:

gemmacan dijo...

Hace pocas semanas encontré en la buhardilla un libro de Benedetti que no recordaba como mío; de todos los poemas que leí en él, sólo dos me llegaron a emocionar, uno el que muestras en la entrada, otro del que te paso el enlace donde Solá lo recita de una manera que enternece. Magistral.
Creo, o quiero creer, que el verdadero amor no entiende de distancias, y que si los cimientos son los adecuados y se han ido fortalaciendo con la experiencia, con el respeto y con el mimo necesario, no siempre resulta imprescindible el tacto (sobre todo si circunstancias de tanto peso como las que narras, conducen a ello).
También creo que el final del poema, da con la clave del amor duradero: la necesidad.
Nunca está de más acercarse a la ventana de Benedetti, siempre es confortable leerlo.

Un abrazo y espero que disfrutes de Solá.

http://es.youtube.com/watch?v=HRUrwe7uESs&feature=related

Ricardo Guadalupe dijo...

Mil gracias Inga, la narración de Solá es de pelos de punta. Para que luego haya alguien por ahí que diga que los actores no añaden valor a los textos. Vaya lección magistral de interpretación.

En cuanto a la necesidad como clave del amor, bueno, a mí la palabra necesidad me echa un poco para atrás. Prefiero pensar en el amor como algo voluntario, algo así como la voluntad de encontrar la solución al problema de la existencia.
Puede sonar igual, pero no es exactamente lo mismo.
Un beso

pepa mas gisbert dijo...

Paseando por tu casa estoy y leyendote llego a esta entrada.
A mi se me gusta Benedetti aunque como leo en tu comentario, tampoco creo que la necesidad engendre amor o al menos no el que me gusta. Pero siendo de Benedetti, es tan cadenciosa la poesía que hace ya mucho tiempo no pude resistirme a grabarla, aquí te la dejo:
táctica y estrategia


Saludos

Ricardo Guadalupe dijo...

Gracias por tu narración del poema. Eso hace más tuyos los textos. Y multiplica la transmisión del texto por diferentes canales. Yo también estoy poniendo en práctica ese ejercicio. De hecho, en breve comenzaré a colgar en este blog grabaciones de mis narraciones. Espero que te gusten, como me han gustado las tuyas.
Besos

Rocío dijo...

Adoro a Benedetti.
Me gusta cómo recitas.
:)