lunes, 7 de mayo de 2012

Entrevistado por Elga Reátegui

Publicado el 21/04/12 en el blog de Elga Reátegui: http://elgareategui.blogspot.com.es/2012/04/ricardo-guadalupe-tengo-fe-en-lo-que.html

Elga Reátegui: Declaró en una oportunidad que comenzó a escribir porque necesitaba explicarse el mundo, ¿ha llegado a una conclusión satisfactoria o todavía sigue en la labor?

Ricardo Guadalupe: Todavía no. El día que lleguemos a explicárnoslo se acabará el mundo.

E.R.: Dicen que el universo se creó mediante el sonido de una palabra, eso nos dice mucho de su poder. Si bien esto es así, salvo otros pareceres, ¿cuánto uso y abuso hemos hecho de ella?

R.G.: Hay gente que te habla como si fueras su diario, echan tantas ristras de palabras por la boca que pudiera pensarse que se van a vaciar.

E.R.: Usted que es amante de las palabras y las maneja muy bien, díganos ¿es posible que dentro de poco se reduzca el número de ellas en su uso debido a la simplificación del lenguaje hablado y escrito?

R.G.: Más que al número de palabras yo presto más atención al modo en que se combinan. La combinación es la que hace saltar los muros.

E.R.: ¿Qué palabras se salvarán de pasar a mejor vida? ¿Podremos rescatar algunas?

R.G.: Sexo, amor, tiempo, muerte y culpa. Prácticamente la totalidad de la literatura alude de un modo u otro a alguna de estas palabras.

E.R.: Al respecto, ¿considera que hay buenas y malas palabras? ¿Cuándo una palabra comienza a ser incómoda u odiosa?

R.G.: Cuando la vemos venir.

E.R.: Tener las cosas bajo control es un viejo deseo humano y sabemos que necesita contar con esa certeza, ¿alguna vez alguna un personaje o una historia se le fue de las manos?

R.G.: Sí, y cuando eso ocurre siento lo mismo que deben sentir los padres cuando un hijo deja la casa familiar, siento que el personaje se ha hecho adulto.

E.R.: También manifestó que la escritura es para usted una adicción, ¿es posible verse absorbido por ella, dejando de lado, rutinas vitales y todo contacto con el exterior? ¿Cuándo cree que hay que parar? ¿Cómo detectamos que nos estamos dejando arrastrar?

R.G.: Simplemente hay que mirar alrededor, la limpieza de la casa, la nevera, la cuenta bancaria,… Hay una serie de necesidades que no hay que descuidar, por eso se hace fundamental un ancla que nos impida desaparecer en las nubes.

E.R.: Se ha definido como un idealista que no renuncia a sus raíces, amplíenos ese concepto, por favor.

R.G.: Yo defiendo la idea de que se vaya hacia donde se vaya hay que saber antes de dónde se viene. Las raíces forman parte de nuestra identidad y te hacen más fuerte. A partir de ahí es más fácil conseguir lo que te propongas, en parte porque tienes los pies más en la tierra.

E.R.: Todos estamos amenazados en menor o mayor grado por fantasmas de todo tipo, ¿cuáles son los suyos? ¿Ha logrado mantenerlos a raya? ¿Cómo los ahuyenta?

R.G.: Son de todo tipo, la mayoría de personas del pasado, incluido yo mismo. Y no se les puede ahuyentar, hay que aprender a vivir con ellos.

E.R.: ¿Tuvo un maestro que lo llevó de la mano en la escritura? ¿Qué autores le dieron las pautas necesarias para adentrarse de lleno a esa labor que tanto le apasiona?

R.G.: Ángel Zapata, Jesús Ferrero y David López. Me marcaron la principal pauta, la más importante de todas: la de crear un pensamiento propio.

E.R.: Es un comunicador en toda regla, por tanto, está en condiciones de decirnos en qué ámbito disfruta más. Por ejemplo, ¿participando en un programa radial o impartiendo clases en los talleres de escritura?

R.G.: Cuanta mayor y más inmediata interacción con el otro mejor. Así que me quedo con la comunicación cuerpo a cuerpo.

E.R.: Gabriel García Márquez admite en sus memorias que tiene mala ortografía y los críticos manifiestan que Mario Vargas Llosa tiene problemas con la sintaxis, ¿se atrevería a revelar cuáles son sus puntos débiles a la hora de redactar?

R.G.: Cuando doy por terminada una redacción estoy satisfecho al 100%, si no no la doy por terminada. Eso sí, el tiempo que me lleva a menudo es excesivo. Así que lo que por un lado es virtud se convierte por el otro en punto débil.

E.R.: ¿En qué momento siente la necesidad de enseñar? ¿Es capaz de decirle alguien que no tiene el suficiente talento para escribir?

R.G.: Enseño desde el momento en que tengo el suficiente material para enseñar. Cuando tengo algo me gusta compartirlo. En cuanto al talento, no es lo que más valoro, lo que persigo es que mis alumnos sean auténticos y den lo mejor de sí mismos.

E.R.: ¿Qué es exactamente ser un escritor comprometido con su tiempo teniendo en cuenta que éste va a pasar y se supone que el anhelo de un creador es ser siempre actual pese a los años transcurridos?

R.G.: El pintor Juan Genovés dice que el artista es más universal cuanto más íntimo es. Y añadiría yo: y más atemporal cuanto más comprometido con su tiempo sea.

E.R.: Es un escritor que piensa cuidadosamente el paso que va a dar a continuación, ¿seguir esa estrategia le ha dado siempre resultados? ¿Se puede asumir la vida como una partida de ajedrez?

R.G.: Es mi manera de mantener bajo control la locura. En el libro “Frases en el muro” digo que la razón es un producto de la sinrazón asustada de sí misma. Uno se siente más seguro si establece ciertas reglas a seguir.

E.R.: La gente en la actualidad le tiene animadversión a los políticos- aunque pensándolo bien siempre fue así-, usted que fue quien tuvo que elaborar muchos de los discursos que se leyeron o se dijeron de memoria por ahí ¿cómo recuerda su tránsito por ese campo? ¿Le era fácil pensar y dar ‘una voz’ a otros? Supongo que asemejaba al rol de los guionistas respecto a los actores, ¿no le parece?

R.G.: Más bien se asemejaba al rol de un guionista de anuncios de lavadoras. El político no deja de ser un comercial, trata de vender una idea. Lo que me pedían principalmente en cada discurso era un eslogan, una frase que pudiera salir luego en los titulares. Pero para mí fue una experiencia muy valiosa, todo hay que decirlo.

E.R.: ¿Qué parte de su espíritu creativo ha satisfecho su libro “Frases en el muro. Un diccionario de intuiciones” (Editorial Octaedro)? Muchos creen ha desnudado su alma en él, ¿está de acuerdo?

R.G.: Mi alma y la de mis personajes imaginarios. Puesto que, aunque todas las frases han salido de mí, las hay que corresponden más a sus voces que a la mía propia.

E.R.: ¿Estas palabras o frases pueden ser tomadas como ‘pastillas para levantar la moral’, como decía un presentador peruano?

R.G.: Muchas de ellas tienen una función terapéutica. El punto de vista de dichas frases es más práctico que teórico, buscan promover una acción sanadora.

E.R.: Usted que piensa cuidadosamente el siguiente paso que va a dar, ¿qué tiene previsto a corto plazo?

R.G.: Continuar escribiendo la novela, el proyecto que originó todo lo demás y que en cambio aún no he acabado, habiendo acabado otros proyectos a los que dio lugar.

E.R.: Estuve buscando la palabra Fe en su diccionario y no la hallé, ¿qué nos puede decir de ella?

R.G.: La fe es lo último que se pierde porque no se puede perder lo que aún no ha llegado, y yo tengo fe en lo que está por venir.



7 comentarios:

fus dijo...

Me ha gustado tu entrevista, han sido unas preguntas de bastante nivel y unas respuestas acertadas y con frescura de alguièn que sabe hacia donde va y de donde viene. Me quedo con esta pregunta y tu respuesta;

E.R.: Usted que es amante de las palabras y las maneja muy bien, díganos ¿es posible que dentro de poco se reduzca el número de ellas en su uso debido a la simplificación del lenguaje hablado y escrito?

R.G.: Más que al número de palabras yo presto más atención al modo en que se combinan. La combinación es la que hace saltar los muros.

Enhorabuena y mucha suerte.

un abrazo

fus

Mi nombre es Mucha dijo...

Un bravo primero
Y por supuesto la fe no tenemos que perderla sino pintarla con alegria dandole los colores que necesitamos

Loli Pérez dijo...

Ricardo, me ha gustado mucho escucharte hoy en la presentación de Málaga. Estoy leyendo tu libro y es una delicia.

Abrazos

Karu dijo...

Me quedo con la ultima frase "La fe es lo último que se pierde porque no se puede perder lo que aún no ha llegado, y yo tengo fe en lo que está por venir". te mando un beso grande, lindo volver a pasar por aca

Smareis dijo...

Olá Ricardo.
Desejo uma ótima semana.
Muito sucesso pra ti. um grande abraço!

Anónimo dijo...

Muy interesante descubrirte paso a paso en la entrevista.Siempre pienso que la respuesta "equivocada" de un escritor deja puntos suspensivos en los lectores. Tus respuestas, por fortuna, me reafirman.
Abrazo

brisa48@bol.com.br dijo...

Olá Ricardo
Venho te fazer uma visita para conhecer o teu blog. Gostei muito daqui. Belos textos. Parabéns pelo teu sucesso. Uma brazo.
Ana Brisa