martes, 19 de agosto de 2008

METÁFORA / La palabra más literaria

ETIMOLOGÍA

Pienso que no nos equivocaríamos al afirmar que la palabra metáfora es la más literaria de todas. Metáfora nace de los términos griegos meta, que quiere decir más allá, y pherein, que es trasladar.

DEFINICIÓN

Y lo que traslada más allá nos lo dice su significado: Una metáfora consiste en llevar al sentido de una expresión desde el terreno de lo literal hasta el terreno de lo evocado, de lo imaginario. Eso sí, por medio de una comparación implícita basada en algún tipo de semejanza que se interprete entre el sentido literal y el evocado.

EJEMPLO

Lo vemos en la expresión “corazón de oro”, que tomada literalmente significaría una monstruosidad anatómica, pero que en cambio entendemos en un sentido figurado después de relacionar el alto valor del metal precioso, el oro, con la alta consideración en que podemos tener a una persona.

USO

Metáforas como esta, por su carácter expresivo, se han generalizado en el habla del día a día. Tanto, que el sentido figurado de algunas de ellas ya es comúnmente aceptado, incorporándose así como un significado nuevo de esas expresiones, algo que hace que el lenguaje se enriquezca. Por ejemplo, cuello, ya no sólo es la parte de un animal, sino que teniendo en cuenta que es una forma de estrechamiento, se han creado a partir de ahí términos como “cuello de botella”, que aparece en nuestro Diccionario con una definición que queda resumida en dicha expresión, por lo que la metáfora también tiene otra ventaja: La de poder decir mucho en pocas palabras.

USO LITERARIO

De esta gran ventaja se aprovecha sin duda la literatura, así como de que la metáfora sea capaz de superar las limitaciones del lenguaje formal y nombrar lo innombrable, describir y hacer palpables realidades tan abstractas como el propio pensamiento.

EJEMPLOS LITERARIOS

De hecho, cuando en la primera mitad del siglo XX surgió el surrealismo, las narraciones de sueños y del inconsciente, que caracterizaban a esta corriente, necesitaron de un buen número de nuevas metáforas que les dieran cuerpo. Este protagonismo de la metáfora lo vemos reflejado por ejemplo en la novela “El reino de este mundo”, del escritor cubano Alejo Carpentier, en la que plasma una visión surrealista sobre Haití, con metáforas como “La noche se llenó de tambores. Llamándose unos a otros, respondiéndose de montaña a montaña, subiendo de las playas, saliendo de las cavernas, corriendo debajo de los árboles, descendiendo por las quebradas y sauces”. Otro autor influenciado por el surrealismo fue el gran Octavio Paz. Atentos a estos cuatro versos suyos, metáfora del movimiento del mundo: “Galopan las montañas a la orilla del mar / El sol entra en las aguas con espuelas / La piedra embiste y rompe claridades / El mar se obstina y crece al pie del horizonte”.

EL CORRELATO OBJETIVO

Estas han sido grandes metáforas por su calidad; y también las hay que lo son, ya de primeras, por su tamaño. Me refiero a aquellas que abarcan toda la obra, porque toda la obra sea una metáfora. Y cuando esa gran metáfora lo que evoca es la propia realidad del escritor, es decir, sus emociones y circunstancias, entonces esa metáfora es llamada “correlato objetivo”. Fue el poeta T. S. Eliot quien llamó así a los textos en los que el autor habla sobre lo que le ocurre a los personajes, cuando en realidad te está hablando de sí mismo. Dicha técnica es muy útil para que el escritor tome la distancia necesaria respecto a sus emociones, y controle así la escritura.

Un ejemplo de correlato objetivo es la novela, del vienés Hermann Broch, “La muerte de Virgilio”. Aquí se da un claro paralelismo entre el poeta Virgilio y el mismo Broch: Virgilio agoniza rodeado de la crueldad del Imperio Romano, Broch sufre el exilio en los tiempos de la Europa nazi. Ambos se están cuestionando el papel de la literatura en momentos tan desesperanzadores. No cabe duda de que el personaje de Virgilio es el alter ego de Broch, es una proyección del estado del autor.

PARTICIPACIÓN

Ahora es nuestro turno, esta vez la propuesta de participación es hacer una metáfora, como no podía ser de otro modo. Atreveos con una expresión que hable de los libros sin nombrarlos. Ya sabéis aquello que dicen algunos escritores de que un libro es un hijo, pues bien ¿qué es para vosotros? Decidlo con una metáfora.

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