lunes, 10 de noviembre de 2008

César Vallejo (Perú) / Algo te identifica (fragmento)


"Algo te identifica con el que se aleja de ti, y es la facultad común de volver: de ahí tu más grande pesadumbre.

Algo te separa del que se queda contigo, y es la esclavitud común de partir: de ahí tus más nimios regocijos.

Me dirijo, en esta forma, a las individualidades colectivas, tanto como a las colectividades individuales y a los que, entre unas y otras, yacen marchando al son de las fronteras o, simplemente, marcan el paso inmóvil en el borde del mundo"

4 comentarios:

Ricardo Guadalupe dijo...

Qué grato placer transcribir las palabras de D. César Vallejo. En un mundo que por momentos parece devastado por un sentimiento de apatía y desesperanza viene muy bien recordar a gente que personificaba todo lo contrario, como Vallejo, un revolucionario del lenguaje, alguien que daba todo el sentido a la escritura como máxima expresión de libertad.

Y aunque no suelo añadir imágenes a los textos, no quería dejar pasar la oportunidad de incluir una foto tomada hace poco en su casa natal, en Santiago de Chuco, por un hermano de mi amigo Julio, y que éste tiene colgada en su blog: akirasamne.blogspot.com Y es que no somos pocos a los que gusta hacer recorridos por los lugares de referencia de nuestros héroes literarios.

El texto en cuestión, de “Algo te identifica”, plantea magistralmente a mi modo de ver la contradicción humana, y será por eso que me conmueve tanto. Porque además lo hace colocándonos en el borde que marcan los encuentros, los adiós, los reencuentros y los desencuentros. Esos momentos críticos en los que volcamos frases y efusiones no dichas ni expresadas antes, como si las reserváramos para entonces.

Qué extraño regocijo te da saberte con la posibilidad de partir. Por muy conformes que podamos estar con la compañía de alguien, nos gusta vernos con la ventaja del jugador que tiene en la manga el as de la marcha, del viaje, del adiós.

Y por otro lado, el posible reencuentro, por muy deseado que sea, te pone en el difícil trance de hacer un repaso por las expectativas surgidas antes y después de la marcha y que no fueron cumplidas.

Sea como fuere, ese ir y venir, o aún diría más: la posibilidad de ese ir y venir, marca el ritmo de nuestra existencia. Será que nos atrae pasearnos por los límites de uno y otro mundo, algo de lo que sabía bastante César Vallejo, quien viajó de un mundo a otro, de Perú a Europa, para no volver nunca.

Trenzas dijo...

Sin duda un gran poeta. Le debo página en la web que les dedico. Y me ha ilusionado ver a Jorge Debravo aquí, poeta al que muchos consideran "menor" y que me encanta. De su nieto recibí carta para agradecerme y contarme del hombre maravilloso que fue su abuelo.
Hoy ya me quedó tiempo para responderte en mi blog y para venir a comentar sin prisas. Como ya te digo allí, me sorprendió gratamente este tuyo. Leí algunas de las definiciones sobre terminología literaria. Un gran trabajo, sin duda. Tengo un buen diccioanrio al respecto, pero me encantó la forma en que tú las explicabas.
Te enlazo ya mismo para no perderte en este maremagnum :)
Un abrazo cariñoso.

gemmacan dijo...

Tienen algo de fascinante esas contradicciones humanas, en las que todos caemos. Igual la emoción del adiós encierra el ansia del reencuentro, pero por esa regla de tres... ¿el reencuentro nos angustia porque de antemano sabemos de la futura partida?. Pero sí, definitivamente el peligro del ir y venir, del marchar, del quedarte, no deja de ser una montaña rusa en la que las ganas, las emociones y la propia incertidumbre, suben y bajan.
Brillante interpretación, Ricardo. Besos.

Julio L. Rodríguez dijo...

Oh querido amigo, sin duda has dado en el clavo con este poeta universal (se nota que soy peruano no?) bueno, César Abraham Vallejo Mendoza, fue y seguirá siendo uno de mis primeros escritores, en mis primeros años escolares, de los que me hicieron decir "qué coño quiere decir éste" y ya vez, el tiempo lo fue desvelando. Sus poemas son pequeños retazos biográficos de su vida. De cuando estuvo en Santiago de Chuco, o cuando estuvo en prisión o cuando (cómo no olvidar)estuvo en Francia o España. Un abrazo amigo y sigue así.