viernes, 10 de abril de 2009

El río, de Julio Cortázar (Narrado)


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Podría hablar de los momentos tan especiales que he vivido narrando este relato, podría hablar sobre el sentido del texto, podría hablar de cómo lo descubrí y de Alegría, la fantástica profesora de escritura que me regaló el libro que lo contiene. Podría hablar de todo esto y de mucho más, pero no lo voy a hacer. Basta escucharlo para darse cuenta de que sobra cualquier comentario.

5 comentarios:

José Ignacio Lacucebe dijo...

Julio Cortázar gran escritor.
Me apasiona el relato o cuento o micro relato.
Hasta pronto

olga dijo...

Hola Ricardo! Escuché el relato el domingo pero hasta hoy no he conseguido enjugarme las lágrimas :-( Me ha impresionado mucho. En mi opinión hay dos tipos de suicidio, uno cobarde y cruel y otro "valiente" y silencioso. El que se muestra en este relato para mí es de los primeros es cobarde y cruel porque es avisado, amenazante y la persona lo lleva a cabo justo cuando sabe que el otro ya no le va a creer, para hacer más daño...es como decir desde la tumba..."ves lo he hecho y ahora tú pensarás que pudiste evitarlo"...ese suicidio no merece la tristeza del otro porque quien lo lleva a cabo es egoista...en fins...un relato muy triste.

Ricardo Guadalupe dijo...

Así es, José Ignacio, Julio Cortázar es un mago de las palabras. Y sin duda uno de mis héroes.

En cuanto a lo que comentas tú, Olga, parece que abundan bastante los suicidios vengativos, sobre todo por parte de hijos hacia sus padres. Otro tipo de suicidios supeditados a terceros son aquellos que se anuncian, con el deseo encubierto de que el otro lo evite. Son, por tanto, suicidios que no surgen del pleno convencimiento, que a mi entender debe ser requisito indispensable para una decisión así, de manera que un acto tan íntimo y definitivo como un suicidio puede convertirse en un absurdo y en algo injusto tanto para el que lo lleva a cabo como para el que recibe la responsabilidad de evitarlo.

En fin, tema espinoso el del suicidio. Procuremos no vernos nunca en esa tesitura.

Un abrazo

Diana H. dijo...

No conocía este relato del Maestro Julio. Me ha impresionado mucho. Es notable cómo puede hacerse una obra de esta calidad con un hecho tan terrible y cuya comprensión queda tan lejos de nuestro alcance, como es el suicidio.
Hay que ser Cortázar, o alguien así, para hacer que lo podamos sentir tan de cerca...
Saludos.

Ricardo Guadalupe dijo...

Así es, Luzdeana, pero no nos quedemos sólo con el suicidio, lo que más me impresionó de este relato es cómo describe esas relaciones tormentosas vividas al límite en la que muchos nos podemos ver identificados por historias pasadas. “El río” no tiene comparación, no he leído cosa igual. Besos