Leído el 19/04/12 en Valencia por el escritor Rafa Ventura (http://circulodetiza.blogspot.com.es/).
Leyendo FRASES EN EL MURO he recordado a dos grandes escritores: Voltaire y Kafka.
VOLTAIRE:
En 1763, Voltaire escribe a Elie Bertrand –naturalista suizo- que le había enviado su recién publicado Diccionario universal de fósiles: “Creo que de ahora en adelante habrá que ponerlo todo en diccionarios. La vida es demasiado corta para leer uno tras otro tantos gruesos libros”.
En su Diccionario filosófico Voltaire buscaba la brevedad, quería hacer de la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert –demasiado monumental y pesada- un diccionario portátil y manejable. En su prólogo a la edición de 1765, Voltaire pide al lector que complete su obra: él ha escrito su libro con la intención de sugerir unos puntos sobre los que se debe discutir y reflexionar, y el lector tiene que hacer el resto. Los libros más útiles –dice Voltaire- son aquellos en que los lectores ponen la mitad de su parte, amplían los pensamientos cuyo germen les presentan, corrigen lo que juzgan defectuoso y refuerzan, con sus reflexiones, aquello que les parece endeble.
El autor de Frases en el muro ha escrito un diccionario portátil y manejable, un diccionario de intuiciones, y, como dijo Voltaire, también Ricardo Guadalupe propone al lector, refiriéndose a sus 439 frases: “Tomadlas, usadlas o no y recicladlas, elaborad vuestro propio diccionario.”
KAFKA:
También he nombrado a Kafka, y no ha sido de forma casual. Sé que cuando Ricardo Guadalupe escribe –cuando está creando (y esto es a diario, pues escribe todos los días de la mañana a la noche)– desea permanecer como en una cueva, en un lugar profundo y ajeno al mundo, un espacio exclusivo donde sólo están él y sus creaciones. Así se sentía Kafka al escribir.
Pero también he recordado a Kafka por otra razón: por sus aforismos, que comparten temas y modos semejantes a los de Ricardo. Los aforismos de Kafka giran en torno a la moralidad (campo de la abstracción) y a las imágenes (dominio de la imaginación). Por poner un ejemplo, Kafka escribió sobre la guerra: “Uno de los medios de seducción más efectivos que tiene el mal es invitar a la lucha.”; y, actualizando este pensamiento a nuestros días, Ricardo escribe (pág. 39): “La guerra es la mala leche organizada. La organización del odio.”
RICARDO GUADALUPE es un escritor que no teme a los géneros. Como decía antes, es narrador y ensayista. Yo añadiría también que, como Voltaire, es bastante filósofo.
He leído el libro varias veces. Y no sólo tras su publicación, sino que he tenido el privilegio de leerlo en formato digital, meses antes de salir a la luz, y de lo primero que me di cuenta es de que, a pesar de ser frases, este Diccionario de intuiciones tiene un estilo marcadamente suyo, una voz propia. Leyéndolo de un tirón se aprecia esa voz por encima del texto, como la batuta de un director de orquesta que no se ve pero que sin ella el concierto sería un verdadero caos de sonidos a destiempo.
Otra característica del libro es... (pincha aquí para ver el texto completo y seguir leyendo)
VOLTAIRE:
En 1763, Voltaire escribe a Elie Bertrand –naturalista suizo- que le había enviado su recién publicado Diccionario universal de fósiles: “Creo que de ahora en adelante habrá que ponerlo todo en diccionarios. La vida es demasiado corta para leer uno tras otro tantos gruesos libros”.
En su Diccionario filosófico Voltaire buscaba la brevedad, quería hacer de la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert –demasiado monumental y pesada- un diccionario portátil y manejable. En su prólogo a la edición de 1765, Voltaire pide al lector que complete su obra: él ha escrito su libro con la intención de sugerir unos puntos sobre los que se debe discutir y reflexionar, y el lector tiene que hacer el resto. Los libros más útiles –dice Voltaire- son aquellos en que los lectores ponen la mitad de su parte, amplían los pensamientos cuyo germen les presentan, corrigen lo que juzgan defectuoso y refuerzan, con sus reflexiones, aquello que les parece endeble.
El autor de Frases en el muro ha escrito un diccionario portátil y manejable, un diccionario de intuiciones, y, como dijo Voltaire, también Ricardo Guadalupe propone al lector, refiriéndose a sus 439 frases: “Tomadlas, usadlas o no y recicladlas, elaborad vuestro propio diccionario.”
KAFKA:
También he nombrado a Kafka, y no ha sido de forma casual. Sé que cuando Ricardo Guadalupe escribe –cuando está creando (y esto es a diario, pues escribe todos los días de la mañana a la noche)– desea permanecer como en una cueva, en un lugar profundo y ajeno al mundo, un espacio exclusivo donde sólo están él y sus creaciones. Así se sentía Kafka al escribir.
Pero también he recordado a Kafka por otra razón: por sus aforismos, que comparten temas y modos semejantes a los de Ricardo. Los aforismos de Kafka giran en torno a la moralidad (campo de la abstracción) y a las imágenes (dominio de la imaginación). Por poner un ejemplo, Kafka escribió sobre la guerra: “Uno de los medios de seducción más efectivos que tiene el mal es invitar a la lucha.”; y, actualizando este pensamiento a nuestros días, Ricardo escribe (pág. 39): “La guerra es la mala leche organizada. La organización del odio.”
RICARDO GUADALUPE es un escritor que no teme a los géneros. Como decía antes, es narrador y ensayista. Yo añadiría también que, como Voltaire, es bastante filósofo.
He leído el libro varias veces. Y no sólo tras su publicación, sino que he tenido el privilegio de leerlo en formato digital, meses antes de salir a la luz, y de lo primero que me di cuenta es de que, a pesar de ser frases, este Diccionario de intuiciones tiene un estilo marcadamente suyo, una voz propia. Leyéndolo de un tirón se aprecia esa voz por encima del texto, como la batuta de un director de orquesta que no se ve pero que sin ella el concierto sería un verdadero caos de sonidos a destiempo.
Otra característica del libro es... (pincha aquí para ver el texto completo y seguir leyendo)
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