sábado, 30 de agosto de 2008

HIPÓNIMOS / Las palabras de lo concreto

SIGNIFICADO

Un hipónimo es la especificación frente a la generalidad. Es cuando el significado de una palabra se diferencia del de otra más genérica porque añade algún rasgo más que ésta. Es el caso de “descapotable”, un hipónimo muy didáctico de la palabra coche, porque incluye toda la información de la definición de coche y además suma un detalle propio que lo caracteriza más aún. Es decir, un descapotable es un coche, que además sabemos que no tiene capota. Lo mismo ocurre cuando buscamos una expresión con la que explicarnos mejor. Decir “reírse a carcajada limpia” funcionaría como hipónimo de “reír” puesto que da una idea más clara del tipo de risa de que se trata.

ETIMOLOGÍA

Su etimología nos avisa del carácter subordinado del hipónimo, ya que la raíz griega hypo significa debajo de, y el sufijo ónimo significa nombre. Esto quiere decir que un hipónimo existe porque tiene un término de referencia del que hereda sus rasgos más generales y menos específicos. Este término se conoce como hiper-ónimo.

EJEMPLOS

Vamos a ver cómo funciona la relación hipónimo-hiperónimo tomando como ejemplo algunas frases coloquiales. Si oímos comentar a un amigo “compré toda clase de libros, excepto novelas”, novelas será el hipónimo y libros su hiperónimo. Y en “me gusta el color rojo, sobre todo el granate” rojo es hipónimo de color y a la vez hiperónimo de granate.

USO LITERARIO

Puede parecer un poco lioso, pero da muy buenos resultados en literatura. Los escritores utilizan el hipónimo porque al ser más rico y preciso les ayuda no sólo en sus descripciones sino también en su intención esencial de acercarse a lo particular.

Asimismo, es un recurso para evitar repeticiones; Como es sabido, en ocasiones en un único párrafo hay que aludir varias veces a la misma realidad. Pues bien, una solución para este problema es emplear hipónimos de esa realidad. Así hizo Pedro Salinas en su ensayo “Defensa del lenguaje” al escribir Hay muchos, muchísimos inválidos del habla, hay muchos cojos, mancos, tullidos de la expresión. Aquí el autor remarca su idea a través de un conjunto de hipónimos de la palabra inválido.

PARTICIPACIÓN

Llegamos al momento de la propuesta de participación. Hemos visto que se pueden formar cadenas de hipónimos, que subordinados entre sí heredan las características del anterior. Ahora os propongo que hagamos este juego de palabras encadenadas, pero con una dificultad añadida: Partiendo de un concepto abstracto, que es el modo más complicado de sacar hipónimos pero al mismo tiempo el que deja más margen a la imaginación. ¿Qué os parece empezar la cadena de hipónimos con la palabra amor? Una de las cadenas podría ser la compuesta por amor – de amor, flechazo – y de flechazo, piropo.

1 comentario:

ANA HIMES dijo...

Uy, esto no lo había oído nunca. Me lo apunto...

Un beso