sábado, 30 de agosto de 2008

LIPOGRAMAS / Las letras robadas

SIGNIFICADO Y ETIMOLOGÍA

Lipograma viene de la raíz griega leípein, que significa faltar, y de gramma, que sabemos que es letra. De tal forma que un lipograma es un texto en el que falta alguna letra del alfabeto. Esto no tendría nada de original de no ser porque un lipograma lo que es en realidad es un juego de palabras, ya que esas letras se omiten aposta, y cuanto más comunes sean, como en español sería el caso de las vocales "a" o "e", pues tanto mejor. Más dificultad tendrá el juego y más mérito también.

EJEMPLOS

Un ejemplo extremo de lipograma son los textos monovocálicos en los que se dejan fuera todas las vocales excepto una. Esto último se utiliza mucho por los humoristas. Yo tengo un recorte de una tira cómica que dice “Tantas andadas a la cascada, a la larga, la palangana, crash”. Su gracia reside precisamente en la repetición del fonema /a/.

USO LITERARIO

En literatura, el efecto sonoro del lipograma ha sido uno de los motivos para su uso, pero el principal ha sido siempre el de obligarse los escritores, a partir de la traba autoimpuesta, a utilizar el ingenio y dar así con nuevas creaciones literarias. Esta motivación caracteriza a los escritores del grupo Oulipo, al que perteneció gente de la talla de Italo Calvino, y que desde la segunda mitad del siglo XX potencia el empleo del lipograma. No en vano uno de sus miembros, Georges Perec, fue coronado rey del lipograma al escribir una novela que no contenía en ninguna de sus más de trescientas páginas ni una sola “e”. Tiene un mérito enorme que no se le colara ninguna e. Además por entonces no existían procesadores de texto que le ayudaran a comprobarlo.

HISTORIA DEL LIPOGRAMA

Pero los del grupo Oulipo no fueron los primeros ladrones de letras. Ya en el siglo VI a.C. el poeta griego Laso de Hermione terminó su “Oda a los Centauros” sin la letra griega sigma.

En español, Alonso de Alcalá y Herrera es el autor, en el siglo XVII, de cinco novelas sobre el amor en las que falta una vocal diferente en cada una de las cinco.

Bastante más tarde, Enrique Jardiel Poncela publicó un lipograma llamado “Un marido sin vocación”. Os voy a escribir el principio, estad bien atentos. Dice así: “Un día –muchos lustros atrás–, cuando más olían las rosas y mayor sombra daban las acacias, un microbio muy conocido atacó, rudo y voraz, a Ramón Camomila: la furia matrimonial.” Una vez leído, ¿Cuál es la letra que no está? Es la “e”. Curioso, ¿no?

PARTICIPACIÓN

Intentad practicarlo vosotros. Esto es lo que os propongo: Un pequeño texto que no incluya la letra “e”. Quitadla del teclado si es preciso, para no equivocaros.

Y hay una segunda propuesta para los que gustéis de mayores retos. Resulta que el británico Giles Brandreth ha hecho una versión de “Hamlet” sin la letra “i”, de manera que el famoso “thats the question” que sigue a “to be or not to be” lo ha sustituido por “thats the query”; ¿Seríamos nosotros capaces de reescribir el famoso comienzo de El Quijote sin que apareciera la letra “i” y sin que apenas se notara el cambio?

3 comentarios:

Sakena dijo...

acabo de volver a casa y lo que me apetecía ver ahora en Internet era tu blog.

Y me topo con Perec, "la disparition", creo que en castellano llegaron a traducirla (vaya proeza al cuadrado, al cubo, a la potencia cien) y titularla "el secuestro".

Sigue, please, con tus juegos de palabras.

Ricardo Guadalupe dijo...

Bien por el traductor, que mantuvo el espíritu de la novela. Es decir, Perec quiso conjugar el fondo con la forma, transmitiendo lo importante que era la desaparición del personaje de su novela con la desaparición de una letra también muy importante, como es la letra "e" (la "a" en la traducción). Bravo por Perec!

Sakena dijo...

la desaparición de la "a" es una metáfora de la exterminación de los judíos en los campos de concentración. Perec era judío y acabó con sus días ... bss