miércoles, 3 de junio de 2009

29 de febrero

No vayan a pensar que es otro de esos testimonios que se inventa la gente. Cuando lean esto en antena tengan por seguro que él estará escuchando.
Les contaré que no sé su nombre, pero sé que me vigila desde el 29 de febrero. Digo la fecha porque aún me cuesta aceptar que saliera yo aquella noche a mi blanquecino jardín. Además, al momento estaba echada sobre la tierra sin otra protección que mi piel; Lo que fuera con tal de aliviar la sensación de que el mero contacto con el aire bastaba para quemarme. Entonces fue cuando le percibí. Quizás en la oscuridad de alguna ventana vecina, o puede que agachado tras la valla; Incluso llegué a pensar que se hallaba dentro del jardín. Rápidamente me levanté y alcancé el interior de la casa, solté los hierbajos que aún llenaban mis manos y cerré la puerta. Así pasó la primera vez que le sentí. En adelante evité el jardín, pero de poco ha servido; Por la ciudad me observa desde el anonimato de cientos de caras superpuestas. Apenas doy la espalda ya me están mirando otros ojos, y si me detengo dispuesta a distinguir los de mi verdadero perseguidor, el vaivén del gentío pareciera un auténtico río de lava que no tuviera otro fin que el de vapulearme. Únicamente consigo ver su rostro en sueños, entre piedras cuyas aristas le precipitan en pleno movimiento de tierras. No sé por qué, es como si mi desconocido me siguiera hasta el punto de condenarse a correr mi misma suerte. Un sacrificio con el que no estoy dispuesta a cargar. Voy a salvarte, y salvarme a mí misma. Esta noche te esperaré en el jardín. Me acostaré sobre la hierba, y no pienso levantarme hasta que no entres y me despiertes.


© Ricardo Guadalupe

16 comentarios:

Ricardo Guadalupe dijo...

Este relato surge como un juego, tratando de ponerme en el lugar de una mujer y de imaginar un tipo de atracción o de tensión sexual propio de la mujer. Ya me contaréis qué os parece. Besos y abrazos.

Feliciti dijo...

Bueno Ricardo,cuando lo he leído he experimentado una sensación extraña pero para nada relacionada con la atracción sexual.Ahora bien,si me cuentas que una mujer imagina un extraño con el que al final acabará en la cama,o en la cocina que sé yo,pero a la hora de imaginar,yo,como mujer,lo imagino porque alguien me ha provocado ese deseo,no sé si me explico,para imaginarlo,tiene que haber un molde,el marido,el amante,el vecino del quinto,yo qué sé.A mí el relato me produjo miedo o extrañeza,o ambas cosas.
No sé si te habré liado más,jajaja,en fin,un abrazo!

Toupeira dijo...

Nada más comenzar a leer un cierto misterio te invita a seguir leyendo, y a medida que avanzas en la lectura no decrece, sino que continua hasta el final del relato.
Me gusta esta forma de escribir con frases claras y llenas de contenido, sin complicaciones literarias.
Es ameno. ¡Me gusta!

Lala dijo...

Recuerdo una entrada que titulé "voyeur", desde el punto de vista de una mujer...
Lo que pasa es que se quedó perdida en otro espacio.
Cuánto morbo tiene el voyeurismo, no?
Desde luego, eso de averiguar quien te espia tiene su cosa.
Aunque no creo que despierte siempre el deseo sexual.


Un beso


Lala

Beatriz dijo...

¿Es que acaso hay que esperar el año en que el calendario nos regale un día para darnos el placer de transformarnos?. En qué o en quién ...no tiene importancia.
"29 de febrero", un día mágico que le ha permitido "al personaje" jugar con otra piel. Enhorabuena por haberlo conseguido.
Muy buena la tensión que va creando el texto.
Un abrazo... cuando te despiertes.

pepa mas gisbert dijo...

A mi no me gusta nada que me observen, y siempre me parecería más un acoso que una atracción. Pero no todos somos iguales, mejor dicho, todos somos diferentes.

En todo caso, texto estupendo

CristinaVR dijo...

Nada más empezar a leer el texto he tenido la sensación de que no era Ricardo Guadalupe el autor. Ha cambiado el ritmo quizás, y yo creo que le aporta al relato más fuerza, más viveza. Me ha sorprendido gratamente.
En cuanto al contenido... A quién no le gusta sentirse admirado, especial?
Es más, en no pocas ocasiones surge una atracción por el simple hecho de sentir que alguien nos mira "con buenos ojos" .
Si a la capacidad de admiración se le suma el don de la palabra, de regalar los oídos... yo creo que no hay quien se resista.
Un beso

graze dijo...

Pues yo diría que es un relato inquietante pero no percibo tensión sexual... más bien acoso...

Diana H. dijo...

Me encanta este juego que proponés, Ricardo! Porque es muy interesante descubrir lo que tu visión de hombre supone que puede provocar en una mujer el sentirse observada o "espiada"... En general coincido con las mujeres que te han comentado.Da más miedo que otra cosa. Creo que lo que realmente nos crea una tensión sensual tiene que ver con lo que NOSOTRAS NOS IMAGINAMOS respecto de alguien que por algún misterioso motivo nos atrae. Por qué alguien nos atrae? Prefiero que siga el misterio! Pero sospecho que nuestra fantasía tiene mucho que ver en eso!
Ya estás en Málaga con tu novela?
Un beso.

Trenzas dijo...

Me han gustado mucho los relatos anteriores que aún no había leído; el que más el de Teseo y Ariadna. Teseo se lo tiene merecido :)
El libro en papel nunca puede desaparecer. El placer que proporciona tenerlo en las manos, es demasiado fuerte como para permitir que tal cosa suceda.
En cuanto a este cuento, la clave de la tensión sexual está en la protagonista. Es ella quien está ardiendo y desde esa situación crea esa tensión. Si no fuera así, sería más un cuento atemorizante.
Muy bueno, en cualquiera de los dos casos.
Un abrazo fuerte, Ricardo.

Esteban dijo...

Pues Ricardo, ha mi me ha dejado "anonadado". Loprimero que quero decir es que he pensado que lo había escrito una mujer a la que habías dejado colaborar en tu blog. Desprende tensión erótica, no hay duda, pero también desprende ternura..¡no lo se!

Una brazo,

Esteban
http://champanporalstetas.soy.es

Felipe Sérvulo dijo...

Me ha parecido ameno e interesante.

Poli dijo...

Ricardo quiza la muchacha esté por demás sola, pretendiendo la atención de alguien. Quizá con el deseo que ese hombre, por fin, salga de su cabeza a su realidad.
Ahora lo que noto nuevamente en tu escrito es esto de la espera. A menudo un personaje se sienta y espera. Qué esperas Ricardo?

Un abrazo!
(lástima que sólo cada cuatro años te pongas en nuestra piel y nos imagines paranóicas jaja). Besos

Ricardo Guadalupe dijo...

Qué bien poder a través de vuestros comentarios analizar el texto con total profundidad.

Ya algunos de vosotros nombráis palabras como extrañeza, fobia, inquietante, atemorizante, paranoicas,… Y es que quizás la principal interpretación del relato, o al menos la que yo quise sugerir, es que el hombre en cuestión no existe sino como un producto de la mente y el deseo de la protagonista. Es ella quien le “percibe” o le “siente” sin que ningún tercero ni ella misma le hayan visto realmente. Así que ese “voyeur” sería el resultado de su locura, siendo de este modo “29 de febrero” un guiño, un pequeño homenaje, a la inteligentísima novela “Otra vuelta de tuerca” de Henry James.

Ricardo Guadalupe dijo...

Beatriz, aquellos acontecimientos que sólo se viven cada cuatro años deben ser especiales, así debería ser, tal como debería ocurrir con todos los 29 de febrero. Como tú dices, se trata de un regalo que nos otorga el calendario, agradezcámoslo y disfrutémoslo. Otro abrazo, puesto que ya desperté :-)

Notre Dame, este es el texto más reciente de los que he publicado hasta ahora en el blog. Me alegro, y mucho, de que se pueda apreciar algún tipo de evolución. Esa viveza de la que hablas es la que persigo. Un beso

Luzdeana, acepta el juego, escribe tú ahora desde el punto de vista de un hombre. Me encantará leerlo. Y sí, ya llegué a Málaga, aunque de momento sigo aterrizando. Me gusta esto.

Ricardo Guadalupe dijo...

Esteban, gracias, por lo que me cuentas parece que a ti sí conseguí “engañarte” :-) y crear la ilusión de que “29 de febrero” fue escrito por una mujer. ¿Será porque somos hombres y los dos compartimos la misma visión sobre lo que puede provocar sexualmente a una mujer?

Poli, es curioso, yo no había percibido en los personajes de mis relatos esa espera tan generalizada de la que hablas. Los releeré y buscaré su significado. De un tiempo a esta parte procuro no esperar. En todo caso procuro tener una espera activa. Gracias por la apreciación y un abrazo.

Bueno, en definitiva, a la conclusión que se puede llegar tras leer los comentarios es que no hay una vía común para lograr el deseo sexual femenino sino que cada mujer tiene su propio universo y sus propias puertas y claves. Y aún diría más, y es que en una misma mujer esas puertas pueden llevar a otras puertas y esas claves cambian cada cierto tiempo. Bendito el misterio femenino.