Leyendo "En la penumbra" de Juan Benet

Leer a Juan Benet es transitar por el surrealismo, llegar incluso al mundo del absurdo y tener la sensación de estar ante un autor que da rienda suelta a sus desequilibrios psíquicos a través de la escritura. Le atraen especialmente las situaciones sin sentido y más gusta de extenderse en diálogos y reflexiones cuanto más vacíos sean. Puede que de esa manera se esté riendo de la existencia o de la insignificancia de las cosas o de todo al mismo tiempo. Puede también que busque experimentar con el lenguaje, porque vuelve las frases del revés, prueba caminos sin aparente salida, traza espirales interminables en forma de monólogos alrededor de temas que ya se habían dado por agotados y se pone la zancadilla a sí mismo de cuando en cuando para desandar lo andado. Como os podréis imaginar, la trama es lo de menos, queda en un plano secundario. Lo que llama la atención en los libros de Juan Benet es su original estilo, que me recuerda poderosamente al de su contemporáneo Thomas Bernhard, aunque en mi opinión este último es aún más delirante e irracional. Juan Benet a lo largo de los planteamientos caóticos que presenta deja auténticas perlas llenas de sabiduría. En cuanto al formato de su novela En la penumbra, está dividido en escenas, que bien podrían ser relatos cortos independientes cada una de ellas, sobre todo en la primera parte de la novela, que me parece mejor que la segunda.

© Ricardo Guadalupe